El 2020 con el Covid-19 y la Conectividad en Telecomunicaciones fue, sin duda, un antes y un después. La pandemia del covid-19 trajo aparejado múltiples desafíos y cambios que marcarán la historia social, política y económica del mundo. Su impacto en los próximos años difícilmente pueda estimarse con certeza. El primer impacto de la revolución que traería la 5G y la transformación digital—, el 2020 y la pandemia del covid-19 potenció aún más esta sensación de estar experimentando un momento de transición.
El covid-19 parece haber funcionado como una lupa, ampliando de la misma forma todo lo bueno y todo lo malo del mundo. En las telecomunicaciones, la pandemia demostró la importancia de estar conectados y la resiliencia de las redes de telecomunicaciones que supieron atender un crecimiento exponencial del tráfico hogareño sin mayores complicaciones. También puso foco en que todavía buena parte de la población mundial está desconectada o no accede a servicios básicos de telecomunicaciones —y esto cobra aún mayor importancia en la población infantil, que se vio imposibilitada de asistir a una educación presencial—.
Los analistas afirman que el 2020 empujó entre tres y cuatro años la transformación digital. Las empresas que se mostraban reacias al cambio tecnológico se vieron obligadas a transformarse por la necesidad de adoptar masivamente el teletrabajo. Esto se derivó no solo en un incremento exponencial de las videollamadas y las herramientas de colaboración, sino en toda una nueva suite de herramientas que permitan a las empresas ser mucho más ágiles para operar. Esto tiene su espejo en el mercado de telecomunicaciones, que ya venía buscando formas de ser mucho más ágil en su operación, despliegue de red y creación de nuevos servicios. El 2020 terminó de impulsar una transformación hacia el cloud que vemos con un ecosistema mucho más robusto.
Covid-19 y la nueva normalidad en Tecnología y Conectividad de Telecomunicaciones
El año 2021 no estará exento de desafíos. Si el 2019 demostró que los operadores debían repensar su modelo de negocio, la crisis económica y financiera de 2020 le ha puesto a esta meta un sentido de urgencia. La innovación y colaboración aparece como única alternativa para encontrar la forma de seguir desplegando redes, como en el caso de la fibra óptica.
El covid-19 ha puesto a las telecomunicaciones en el foco y el 2021 será un año de recomposición. Para triunfar en la economía digital la cifra deberá ampliarse. La pandemia del covid-19 puede haber sido la oportunidad para generar los cambios necesarios y arrancar la nueva era con una nueva mentalidad. De no tomar ese paso, se habrá despreciado la oportunidad.